Esta semana se realizó una audiencia pública en la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones para discutir el destino del cine-teatro Urquiza, de Parque Patricios. Estuvieron representantes de la Ciudad, los dueños del inmueble y los vecinos y gente de la cultura que impulsan la recuperación del histórico teatro cerrado hace años. Hasta el momento, hay una medida cautelar que lo protege.

Foto: Taringa

 

Esa medida debería evitar que se altere su estructura y su fisonomía (aunque ya se alteró, de ahí el uso del condicional).

1Alrededor de la esperada reactivación de esta sala se cruzan cuestiones económicas, legales y políticas (en el orden que se quiera). Todas están atravesadas por el recuerdo de lo que esta sala significó para el entramado barrial y lo que pude significar si vuelve a ocupar un rol importante en la identidad cultural del barrio. Similar discusión se activó cuando otros vecinos de otros barrios salieron en la defensa de aquellos lugares artísticos que fueron clave en la construcción de identidad social de la zona. En ciertos casos, la fuerza de estas demandas logró evitar la desaparición de algunas salas. En algunas, fue el gobierno porteño el que tomó la decisión política de evitar que se la tire abajo (caso testigo: Teatro 25 de Mayo cuando, durante la gestión de Ibarra, el Estado porteño adquirió el inmueble). En otros, la salida vino desde el ámbito privado con ayuda del gobierno (caso reciente: el Gran Rivadavia, edificio de enorme valor arquitectónico). La Comisión Nacional de Monumentos Históricos analizó el caso de la sala de Parque Patricios. Concluyó que el inmueble contiene valores históricos y culturales. Entiende que el gobierno de la ciudad debería protegerlo. Los vecinos, imaginando más el futuro que reparando en su pasado, también.